El año agrícola que acabamos de finalizar lo podemos calificar de seco. Aunque la suma total de lluvia caída nos puede llevar a pensar que no ha sido así, tenemos que tener en cuenta que buena parte del invierno (sobre todo diciembre) ha sido muy seco, así como el mes de marzo, todo ello sumado a que veníamos del año anterior, aún más seco. Estos son los datos:
Y éste es el gráfico de evolución de los últimos diez años: